¿Sabías que hace unos 3.500 años que en tierras celtíberas se usaba el botijo para conservar el agua fresca?
Pues sí, los calores del sur de España, propiciaron la necesidad de encontrar la manera de conservar el agua y evitar que esta acabara siendo sopita magmática. Así que, entre error y error, finalmente llegaron a este invento 'típico español' que hoy llamamos botijos y que se presentan el agua fresca incluso bajo el sol más inclemente .
Nuestros botijos están torneados a mano por maestros artesanos levantinos conservando todas las técnicas tradicionales de la alfarería. En cada pieza se encuentran irregularidades y marcas de trabajo que la hacen única, así como inconsistencias y matices en el color de la extraordinaria arcilla blanca cuya porosidad hace posible el milagro de la “nevera” ecoeficiente.
Además, ¿qué os parecen las diferentes formas que dan nuestros alfareros? Nos salimos del concepto del botijo clásico para presentar modelos de extraordinaria destreza en la elaboración que hacen de la pieza, no sólo una estupenda manera de beber agua fresquita en el calor del verano, sino una auténtica obra de arte que hará las delicias de cualquier mesa o estancia. En este caso, ¡con forma de rollo!
HECHO A MANO EN ESPAÑA
DETALLES
Color: Blanco roto
Tamaño: 5 Pequeño (20x11 cm) // Grande (34x20cm)
Material: Arcilla blanca